Reseña de PIONERAS DE LA UBA

En este relato, un grupo de jóvenes universitarias comprometidas con el activismo feminista viven un sorprendente encuentro en una confitería. Cuatro mujeres universitarias del pasado que desempeñaron un papel destacado en el incipiente movimiento feminista hace más de cien años, aparecen para participar de una manifestación. Estas pioneras, testigos de una época en la que luchar por los derechos de las mujeres implicaba derribar barreras impensables en la actualidad, observan con simpatía a las jóvenes y rememoran con humor sus propias experiencias en las aulas y en sus carreras profesionales. A través de este inesperado cruce, el público será transportado a las vidas de cuatro mujeres pioneras: Cecilia Grierson, la primera graduada en Medicina en 1893; Elvira y Ernestina López, las primeras doctoras en Filosofía en 1901; y Elisa Bachofen, la primera egresada de Ingeniería en 1918. Estas historias representan solo una pequeña parte del entramado de la Universidad de Buenos Aires, una institución que continúa construyéndose en las aulas, laboratorios, bibliotecas y pasillos.

Acerca del Autor Andrea Matallana

Es socióloga y magíster en Investigación Social (UBA) y doctora en Historia. Es profesora del Departamento de Estudios Históricos y Sociales de la Universidad Torcuato Di Tella y del Centro Cultural Ricardo Rojas (UBA). Ha sido Fulbright Research Fellow en la Universidad de California, Davis (2019), y Fellow en el Multinational Institute of American Studies en New York University, en 2012. Recibió subsidios de diversas instituciones como la Terra Foundation for American Art (2017), el Foncyt (Ministerio de Ciencia y Tecnología), el Programa Investiga Cultura (Ministerio de Cultura de la Nación, 2017) y el Fondo Nacional de las Artes. Es autora, entre otros títulos, de El tango entre dos Américas. Representaciones en Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX (Eudeba, 2016).

Acerca del Autor Eulogia Merle

Nació y estudió Bellas Artes en Buenos Aires, pero tiempo después fue a vivir a Madrid, donde se dedica a trabajar como ilustradora de forma constante para el diario El País y, posteriormente, también para La Nación de Buenos Aires. También trabajó en diferentes editoriales ilustrando libros de literatura para adultos e infantiles.