Reseña de UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO

En Una temporada en el infierno, Rimbaud desecha siglos de civilización en favor de una travesía, menos literaria que vital, que otorgue sentido a la existencia. Al comenzar el poema, escribe: “...resolví buscar la llave que me abriera las puertas del festín antiguo, donde quizás recuperaría el apetito. La caridad es esa llave”. Palabras asombrosas para aquellos que se satisfacen con una mirada superficial de su obra y su vida, pero no para quienes adivinan en ellas la cifra y el testimonio de su aventura. A los diecinueve años, cuando advirtió que eso no bastaba, calló para siempre.