Reseña de DE LA ECONOMÍA POLÍTICA A LA ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA

Este libro es el primero de una serie destinada a difundir la antropología económica como disciplina. Su título orienta al lector en cuanto al recorrido pretendido. Se trata de indagar en el interesante cruce posible de establecer entre los fundamentos antropológicos de la Economía Política y ciertas configuraciones del campo y del objeto de estudio de la Antropologí­a Económica. Hoy en día, en el marco de un sistema mundial en el cual la teoría económica prevaleciente ha hecho hincapié en sus formulaciones legitimadoras de cierto statu quo, resulta interesante rastrear los fundamentos que dieron origen a las concepciones en torno a la idea de "lo económico" y principalmente a la noción de "hombre económico". Desde que las ideas respecto a un orden natural comenzaron a ser asociadas a la de sociedad civil, y esta última explicada como resultante de un conjunto de mecanismos sociales cuyas leyes podrían -al igual que en la física clásica- ser descubiertos por la ciencia, la economía política comenzó a ocupar un lugar hegemónico en el pensamiento social. A partir de entonces, y estamos hablando principalmente desde mediados del siglo XVIII, comenzó también a inaugurarse la utopía de que el orden social podía ser previsto mas allá de los infortunios coyunturales por los cuales el capitalismo hacía pasar a la humanidad. Independientemente que en cada coyuntura de crisis eran los procesos políticos y las intervenciones de los estados los que restauraban el orden perdido, inmediatamente volvían a florecer los cantos de sirena del orden natural al que era susceptible arribar a partir de las leyes de la oferta y la demanda y, estas últimas, instaladas como categorías que reflejarían el movimiento de la sociedad hacia un centro de gravitación común y, como se dijo, predecible. La antropología, puede decirse, acompañó de alguna manera aunque tardíamente aquellas construcciones. Había descubierto, sobre todo a partir de los procesos de colonización, sociedades y culturas que por su diversidad podían ser inventadas, relevadas, sea como antítesis del progreso inaugurado por el capitalismo, bien como el espejo en el cual la miseria de la modernidad podía ser relativizada e incluso, en los propios clásicos de la economía, dichas sociedades hasta fueron visibilizadas como portadoras mismas del orden natural en su primigenia expresión. En estas condiciones ambas disciplinas se hablaron mutuamente, incluso mas allá de la emergencia del nombre "antropologí­a económica" mediante el cual fue inaugurado alrededor de la década del cincuenta del siglo pasado un modo de pensar sobre las prácticas económicas de los pueblos relevados por la etnografía. Sobre semejante intento analítico, de conceptos, categorías y enfoques trata el libro que presentamos. Tal vez, cuando hablamos críticamente de "economicismo" en la investigación social, no debamos únicamente referirnos a la prioridad que adquieren en ella los aspectos económicos de las prácticas sociales, sino a la génesis de un modo de ver y explicar la sociedad en el cual la miseria y la explotación serían el producto de prácticas sociales que no responden a los principios de la racionalidad inaugurada como norma de todo comportamiento por las tendencias históricamente dominantes de la teoría económica.