Hace un recorrido histórico sobre los hechos relevantes que determinaron las relaciones entre los países parte del Mercosur y de la Unasur; y centra su análisis en el período de 2003 a 2015. En 2003 porque es cuando asume la presidencia de Brasil Lula de Silva y en 2015 cuando lo hace Macri en Argentina. Sin embargo, el libro también cuenta con relatos anteriores a ese período y con hipótesis para el futuro.
En su análisis, el autor aplica aportes de la escuela socio-histórica, de la teoría de la autonomía, del constructivismo y del pensamiento sistémico.
Bustos se cuestiona sobre aquellos intereses que se buscaban desde la organización del Mercosur, sus límites, qué objetivos se cumplieron y cuáles fracasaron. A su vez, explica la postura de los países suramericanos dentro de la región, la integración y cooperación y, todo esto, puesto en el marco de la reestructuración internacional de principios de siglo.
Una de las propuestas más interesantes de este libro es el término “interés suramericano” por el cual se van analizando, en diferentes períodos de las últimas décadas, los movimientos de los países de la región en el marco del Mercosur con el objetivo de armar un bloque que ampliara los márgenes de acción de los países integrantes frente a las potencias internacionales y se lo pone en contraste con el interés neoliberal de fines de los 80.
En este contexto, el autor presenta un análisis sobre las tensiones existentes entre los países de la región y también en relación con el escenario internacional; y a partir de eso, examina el modo en que esas tensiones debilitan o fortalecen el interés común de esos países.
