Este libro presenta un recorrido meticuloso y exigente sobre la modalidad, un concepto central en las más diversas áreas de las ciencias del lenguaje: la gramática, la semántica, la pragmática, la lingüística del texto, entre otras.
El multifacético objeto de este libro, el fenómeno modal, se remonta a la sofística griega y ha resultado siempre una cuestión intrincada y compleja. Frente a este problema se plantean dos caminos: por un lado, poner en orden los términos de esa inestabilidad del concepto y, por otro, plantear qué la provoca. Esta segunda vía desemboca en una férrea oposición: el dualismo objetividad-subjetividad –seguramente, uno de los más poderosos que ha elaborado el pensamiento occidental.
Ante los obstáculos teóricos que presenta esta categoría es importante tomar una posición bien fundada respecto de su eficacia, tanto teórica como práctica. Por eso, uno de los capítulos expone el modelo más integrador y riguroso para el tratamiento de esta categoría, especialmente en el campo de la lingüística: la teoría semántica modular de la modalidad, del francés Laurent Gosselin. Además, se la pone a prueba al aplicarla al análisis de un texto literario breve, el cuento “No sé si he sido claro”, del escritor rosarino Roberto Fontanarrosa.
