Esta obra analiza el rol del FMI en la política económica nacional, desde su ingreso, en 1956, hasta la actualidad. Los acuerdos reiterados con el organismo combinados con planes de ajuste explican en buena medida los ciclos de crecimiento y depresión característicos de la Argentina de la segunda mitad del siglo XX, su lógica de acumulación anterior a la crisis de la deuda externa en 1982, y su modo de integración a la globalización y al nuevo orden económico internacional surgido desde el fin de la guerra fría.
Las características y el funcionamiento del FMI y los mecanismos de influencia política por parte de sus miembros más importantes –en especial, de los Estados Unidos–son examinados a través de documentos no utilizados previamente por otros autores. Un aporte significativo es el análisis de la tentativa de dolarización plena de la Argentina entre 1989 y 2001, que culminó cuando el Fondo condicionó el apoyo al país a la sustitución del peso por la moneda estadounidense, episodio revelado sólo años más tarde. Surge también claramente la responsabilidad conjunta del ente internacional y de los gobiernos argentinos en el desenlace de la profunda crisis que padeció el país en 2001-2002, luego de dieciséis años seguidos de acuerdos; y también da cuenta de la autonomía obtenida a partir de la cancelación de la deuda argentina con el FMI a principios de 2006.
